11 fotos de personas muertas que parecen estar vivas
Las siguientes imágenes, que algunos podrían considerar perturbadoras, retratan a personas que murieron poco tiempo antes de ser fotografiadas como si estuvieran con vida, en medio de situaciones triviales de la vida cotidiana o junto a sus seres queridos.
La idea pudiera parecer extraña y hasta mórbida, pero durante la segunda mitad del siglo XIX, principalmente en la Inglaterra Victoriana, la práctica se hizo algo bastante común. En aquellos tiempos, para elaborar el retrato de alguna persona se requería acudir a un pintor o a la fotografía, una técnica nueva que ganaba popularidad rápidamente. En cualquier caso, el proceso era costoso y tardado.
Esas imágenes muy probablemente eran el único recuerdo visual que una familia podía guardar de un familiar fallecido. Cuando se ve desde esta perspectiva, la llamada fotografía post-mortem cobra sentido – era una de las pocas formas disponibles de guardar en la memoria la imagen del familiar que se fue tal y como era en vida, y no después de muerto. Aun así, las fotos provocan extrañeza y asombro, por no mencionar que hasta un pequeño escalofrió en la columna vertebral.
Para lograr esa apariencia de vida, la persona muerta frecuentemente tenía que ser sostenida por los familiares o con un soporte de madera bajo su ropa. Dado que la mortalidad infantil era altísima en la época, la mayoría de las imágenes retrataban a niños muertos. Pese a la morbidez del tema, las imágenes resultan significativas para entender un poco mejor aquel contexto histórico especifico.
La idea pudiera parecer extraña y hasta mórbida, pero durante la segunda mitad del siglo XIX, principalmente en la Inglaterra Victoriana, la práctica se hizo algo bastante común. En aquellos tiempos, para elaborar el retrato de alguna persona se requería acudir a un pintor o a la fotografía, una técnica nueva que ganaba popularidad rápidamente. En cualquier caso, el proceso era costoso y tardado.
Esas imágenes muy probablemente eran el único recuerdo visual que una familia podía guardar de un familiar fallecido. Cuando se ve desde esta perspectiva, la llamada fotografía post-mortem cobra sentido – era una de las pocas formas disponibles de guardar en la memoria la imagen del familiar que se fue tal y como era en vida, y no después de muerto. Aun así, las fotos provocan extrañeza y asombro, por no mencionar que hasta un pequeño escalofrió en la columna vertebral.
Para lograr esa apariencia de vida, la persona muerta frecuentemente tenía que ser sostenida por los familiares o con un soporte de madera bajo su ropa. Dado que la mortalidad infantil era altísima en la época, la mayoría de las imágenes retrataban a niños muertos. Pese a la morbidez del tema, las imágenes resultan significativas para entender un poco mejor aquel contexto histórico especifico.
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